28 septiembre 2006 Asociación de Criadores Pur Sang- Quintana 191
El ex ministro de Economía de la Nación, Dr. Roberto Lavagna participó de los tradicionales encuentros de la Asociación Amigos de la Fundación Konrad Adenauer presidida por el Dr. Roberto Caldo. En la historia hay momentos claves en que es necesario tomar decisiones de fondo que generarán cambios de mediano plazo, la crisis 2001 principios del 2002 fue uno de esos momentos expuso Lavagna.
En el 2002 la solución a la crisis fue, según sus palabras, de carácter político más que económico. Se necesita reconstruir la credibilidad del Estado para devolver la credibilidad y volver a ostentar una conciencia de Nación más allá de los individualismos.
Su plan fue ser duro con los factores de poder internos que deseaban quedarse al margen de los cambios así como con el Fondo Monetario Internacional, responsable de muchas políticas precrisis y lamentablemente también con los acreedores externos debido a la magnitud del endeudamiento.
Decidió ser más flexible con los sectores de menores ingresos que re-presentaban el 50% de la población y con las clases medias y altas armando un sistema de bonos voluntarios frente al problema de los depósitos bancarios confiscados. Los resultados fueron un marcado descenso del desempleo y un crecimiento nunca visto desde 1907.
Más allá de las consecuencias de las políticas es importante destacar las lecciones que nos debe dejar esta terrible crisis. Fiel a su postura del superávit fiscal, el ex ministro recordó que cuando hay déficit fiscal hay déficit de gobernabilidad indicando la consecuente incapacidad del gobierno de fijar prioridades en los gastos a realizar.
La deuda externa acrecentada a 175.000 millones fue la contracara del déficit que la ahondó cada vez más. En segundo lugar, una moneda sobrevaluada durante diecisiete años desde 1985 contribuyó a sufrir catorce años de recesión hasta el 2001.
El 2006 y el 2007 se asemejan al 2002 en que nos enfrentamos a un nuevo desafío estructural. Podemos profundizar las políticas existentes aprovechando la etapa de desarrollo o cambiar de rumbo hacia un nuevo modelo. Las políticas encaradas luego de la crisis tuvieron la intención de profundizar la acción del Estado en cinco puntos clave. Los objetivos serían mejorar la Educación técnica, ciencia y tecnología; aumentar el empleo y la formación profesional; mayor atención social a los excluidos; seguridad ciudadana y fortalecer las instituciones para desarrollar un proyecto de país a largo plazo.